Información Importante

    Residencia de vida familiar infantil San José

    Residencia de Vida Familiar San José identifica como población objetivo de trabajo, aquellas familias y principalmente niños, niñas y lactantes entre 0 a 5 años y 11 meses con 29 días, que se encuentren en situación de vulneración de sus derechos y/o exclusión social, abarcando sector urbano y rural, sin discriminación de sexo, religión, nivel socio económico y/o pertenencia a algún grupo minoritario como etnia, necesidades especiales, entre otras. La modalidad de ingreso al sistema residencial es a través de medida de protección emanada por Tribunal de familia, donde actualmente contamos con derivación de diferentes Tribunales de la Región del Maule.
    Señalar que las principales causales de ingreso son:
    • Víctima de negligencia marental y/o parental grave
    • Peligro físico, material y/o moral
    • Víctima y/o testigo de violencia intrafamiliar (VIF)
    • Víctima de abandono
    • Víctima de abuso sexual
    Ver más

    Nuestra filosofía

    Cuidado Integral

    Garantizar la atención de necesidades emocionales y cognitivas propias de la primera infancia, asegurando que todos los niños y niñas ingresados reciban el contacto afectivo, la estimulación necesaria para un desarrollo óptimo y la atención psicológica.

    Modalidad Transitoria

    La transitoriedad de la separación del niño/a de la vivencia de integración a un grupo familiar estable y nutricio -sea biológico o adoptivo-, será un eje fundamental que contribuya a la reparación de sus derechos e inste al proyecto a realizar un trabajo activo, sistemático y oportuno con la familia biológica, o una detección y despeje temprano de situaciones de abandono o inhabilidad parental.

    Modelo Sistémico

    El proceso de desarrollo del ser humano, al igual que ocurre en cualquier otro organismo vivo, se enmarca en una serie de sistemas relacionados unos con otros, que son distintos escenarios de interacción con el ambiente. Esta cuestión es esencial en la biología, y ha sido tenido en cuenta por el autor Bronfenbrennr (1987) quien la ha aplicado al sistema familiar, considerando que la familia es el sistema que define y configura en mayor medida el desarrollo de la persona desde su concepción.

    Objetivo del proyecto

    Contribuir a garantizar la protección de los lactantes y preescolares, desarrollando acciones para la resignificación de experiencias de vulneración y su reinserción en un contexto familiar estable y protector, mediante una intervención residencial transitoria, desarrollada bajo estándares mínimos de calidad.

    Objetivos Específicos

    Asegurar calidad de vida lactantes y niño/as en primera infancia de sus necesidades básicas y la estimulación temprana

    Realizar acciones, ya sea de manera directa o en coordinación de experiencias asociadas a las graves vulneraciones de derecho que han afectado a niños/as

    Desarrollar intervenciones con la familia o adultos relacionados de manera directa o en coordinación con la red loca, dirigidas al fortalecimiento de las competencias parentales y posterior Re-vinculación o reinserción familiar

    Misión y visión

    Misión: Nuestro proyecto es sin fines de lucro ya que nuestra misión como Residencia es especializada en velar por los derechos de los niños, entregándoles amor, tanto a nivel educacional y socioafectivo con el fin que los niños tengan un crecimiento integral en la primera infancia. Para que se preparen para un futuro lleno de esperanzas.

    Visión: la residencia trabaja desde el enfoque contribuir en la implementación de la convención de los derechos del niño, aprobada y ratificada en Chile 1990 Las Religiosas de la Residencia se preocupa de brindar enriquecimiento espiritual dar paz y amor a los lactantes y niños, niñas como un derecho.

    Residencia de vida familiar infantil San José

      Ver más

      Galería de imágenes

      Testimonios

      Residencia de vida familiar infantil San José

      Mis primeros años de vida viví junto a mis hermanos, era una familia de escasos recursos y humilde, una de las pocas cosas que recuerdo de esa época. Ingresé a los 3 años a la residencia San José hasta los 20 años, donde fui creciendo y aprendiendo a lo largo de la vida, desde andar en bicicleta hasta apoyarme en mis decisiones de vida. Conocí personas maravillosas en las cuales siempre estaban ahí para mi con palabras de aliento y entregándome confianza e incluso en los momentos difíciles, como brindándome apoyo y guiándome Aprendí a valorar las primeras cosas de la vida y a enfrentar los desafíos con una sonrisa. al mirar atrás me doy cuenta lo lejos que he llegado y con mis cualidades que me destacan como persona. Finalmente quiero expresar mi gratitud y por ser un pilar fundamental en mi vida a quienes me cuidaron. Hoy con gran orgullo digo que los niños y niñas de residencia ¡¡Si Podemos salir adelante con esfuerzo y perseverancia llegamos lejos!!

      Bernardita Garrido

      Mi nombre es Claudio Montecino, tengo 24 años, desde pequeño viví en el hogar San José, allí recibí la atención y cuidado de las tías, quienes nos enseñan los conocimientos básicos para crecer, me preparaban tanto para el colegio, como para dormir, durante el dia compartimos, con los amigos/as, aprendí a compartir la comida y los juguetes y que hay “tiempo para todo”, las madres por otro lado están siempre presentes, cuidando que todo esté bien, mostrándonos su amor puro y que se siente distinto, tengo la experiencia de ser adoptado a los 8 años, un proceso que tardó meses en concretarse, allí aprendimos el concepto de amor de familia, concepto que cuesta en un principio adquirir. Por otra parte, el hogar representa lo que somos y seremos, acá aprendimos el sentido de la vida, desde una experiencia directa y que se que es aleatoria, esta experiencia nos nutren de criterios y nos forman. Cabe destacar la importancia que las religiosas tienen, ya que son ellas, las que nos guían el alma y el corazón, naturalmente sabemos que ellas nos enseñan lo implícito de la vida, aquello que nos servirá de herramientas en la vida adulta, agradezco profundamente al hogar San José, que nos acogió y a las madres de la congregación hijas protectoras de la infancia

      Claudio Montecino

      Mi nombre es Andrea González; quiero contar brevemente mi experiencia en el Hogar de Niños San José en Talca, en donde afortunadamente viví por más de una década. El periodo en que estuve internada, siempre sentí que era mi hogar; allí tenía a mis hermanas, amigas. Las tías, los maestros y madres que dejaban a sus familias para realizar esta hermosa labor de otorgar cuidados, educación y protección a cientos de niños. Estar en el hogar influyó 100% en que mi vida y la de muchos niños fuesen mejores. Nuestras necesidades básicas estaban cubiertas; nos inculcaron valores culturales y religiosos, modales, disciplina, hábitos; teníamos rutinas y horarios establecidos, todo lo cual nos ayudó en el desarrollo personal y profesional. Además, recibimos clases particulares de deporte, música, piscina; se preocupaban de que tuviésemos increíbles vacaciones donde disfrutábamos de conocer lugares como el Lago Llanquihue, Constitución, Cartagena, La Suiza, entre otros. Como en toda familia, pueden existir falencias, pero no cabe duda de que trabajan día a día para entregar lo mejor de sí para los pequeños que requieren tanto cariño y cuidados. También recalcar la importancia de que los niños se integren a su familia y a su comunidad, pero cuando el entorno es hostil, ya sea por abandono o que existe delincuencia, drogadicción o muchos otros factores que influyen en la crianza de los niños, es mucho mejor que sea protegido en un internado hasta que la familia muestre real interés de mejorar psíquica y emocionalmente y que un profesional competente acredite que esa familia es apta para hacerse cargo de la vida de un niño. Me siento afortunada y eternamente agradecida de haber sido criada y educada en el hogar; no sé qué hubiese sido de mí sin la educación, ayuda y guía que recibí.

      Andrea González

      Mis primeros años de vida viví junto a mis hermanos, era una familia de escasos recursos y humilde, una de las pocas cosas que recuerdo de esa época. Ingresé a los 3 años a la residencia San José hasta los 20 años, donde fui creciendo y aprendiendo a lo largo de la vida, desde andar en bicicleta hasta apoyarme en mis decisiones de vida. Conocí personas maravillosas en las cuales siempre estaban ahí para mi con palabras de aliento y entregándome confianza e incluso en los momentos difíciles, como brindándome apoyo y guiándome Aprendí a valorar las primeras cosas de la vida y a enfrentar los desafíos con una sonrisa. al mirar atrás me doy cuenta lo lejos que he llegado y con mis cualidades que me destacan como persona. Finalmente quiero expresar mi gratitud y por ser un pilar fundamental en mi vida a quienes me cuidaron. Hoy con gran orgullo digo que los niños y niñas de residencia ¡¡Si Podemos salir adelante con esfuerzo y perseverancia llegamos lejos!!Bernardita Garrido
      Mi nombre es Claudio Montecino, tengo 24 años, desde pequeño viví en el hogar San José, allí recibí la atención y cuidado de las tías, quienes nos enseñan los conocimientos básicos para crecer, me preparaban tanto para el colegio, como para dormir, durante el dia compartimos, con los amigos/as, aprendí a compartir la comida y los juguetes y que hay “tiempo para todo”, las madres por otro lado están siempre presentes, cuidando que todo esté bien, mostrándonos su amor puro y que se siente distinto, tengo la experiencia de ser adoptado a los 8 años, un proceso que tardó meses en concretarse, allí aprendimos el concepto de amor de familia, concepto que cuesta en un principio adquirir. Por otra parte, el hogar representa lo que somos y seremos, acá aprendimos el sentido de la vida, desde una experiencia directa y que se que es aleatoria, esta experiencia nos nutren de criterios y nos forman. Cabe destacar la importancia que las religiosas tienen, ya que son ellas, las que nos guían el alma y el corazón, naturalmente sabemos que ellas nos enseñan lo implícito de la vida, aquello que nos servirá de herramientas en la vida adulta, agradezco profundamente al hogar San José, que nos acogió y a las madres de la congregación hijas protectoras de la infancia Claudio Montecino
      Mi nombre es Andrea González; quiero contar brevemente mi experiencia en el Hogar de Niños San José en Talca, en donde afortunadamente viví por más de una década. El periodo en que estuve internada, siempre sentí que era mi hogar; allí tenía a mis hermanas, amigas. Las tías, los maestros y madres que dejaban a sus familias para realizar esta hermosa labor de otorgar cuidados, educación y protección a cientos de niños. Estar en el hogar influyó 100% en que mi vida y la de muchos niños fuesen mejores. Nuestras necesidades básicas estaban cubiertas; nos inculcaron valores culturales y religiosos, modales, disciplina, hábitos; teníamos rutinas y horarios establecidos, todo lo cual nos ayudó en el desarrollo personal y profesional. Además, recibimos clases particulares de deporte, música, piscina; se preocupaban de que tuviésemos increíbles vacaciones donde disfrutábamos de conocer lugares como el Lago Llanquihue, Constitución, Cartagena, La Suiza, entre otros. Como en toda familia, pueden existir falencias, pero no cabe duda de que trabajan día a día para entregar lo mejor de sí para los pequeños que requieren tanto cariño y cuidados. También recalcar la importancia de que los niños se integren a su familia y a su comunidad, pero cuando el entorno es hostil, ya sea por abandono o que existe delincuencia, drogadicción o muchos otros factores que influyen en la crianza de los niños, es mucho mejor que sea protegido en un internado hasta que la familia muestre real interés de mejorar psíquica y emocionalmente y que un profesional competente acredite que esa familia es apta para hacerse cargo de la vida de un niño. Me siento afortunada y eternamente agradecida de haber sido criada y educada en el hogar; no sé qué hubiese sido de mí sin la educación, ayuda y guía que recibí.Andrea González
      Contacto

      Nuestro Blog

      22 Jul

      Residencia de vida Familiar infantil San José

      Nuestra Congregación hijas de san josé protectoras de la infancia cuenta con dos  centros residenciales, ubicados en la Región del Maule, ubicadas en la  comuna de Maule, donde le entregamos un hogar y protección a 40 lactantes y pre escolares, desde 0 meses hasta los 5 años 11 meses 30 días.

      Continuar leyendo

      Nuestro Instagram​