
Como proyecto hemos tenido muchos desafíos, como el seguir entregando la atención de calidad nuestros usuarios que son nuestros lactantes y preescolares de nuestra residencia y a su vez continuar el trabajo interventivo con las familias o adultos significativos en talleres de igual forma se realizaron visitas domiciliarias cuando corresponde. Además, continuar el convenio de urgencia con el Servicio de protección especializada a la niñez y Adolescencia. A través la congregación se comprometió a atender a la primera infancia según la modalidad residencial y de protección cumpliendo con las normas e instrucciones generales y a su vez en el área técnica, administrativa y financiero.
Nuestras plazas alcanzan un total de 20 por proyecto, donde algunos niños se encuentran en la residencia, otros en proceso de reunificación familiar ya sea con familia de origen o adoptiva.
Siempre dándole prioridad a la familia de origen en donde se hacen todos los esfuerzos por nuestros profesionales de ayudar y concientizar, ya que nuestro objetivo principal es contribuir en la resignificación de las experiencias vulneración que en la primera infancia causan un gran impacto a nivel vincular como vinculación afectiva, apego y desarrollo optimo, estos factores de riesgo son los que como equipo debemos mitigar.
El 2023, como residencia nuestro equipo ha crecido espiritualmente y se ha llenado de esperanza, en continuar con la labor del cuidado de nuestros niños y como organización defensora de los derechos humanos nuestro quehacer es darle visibilidad continuar desde un enfoque de derechos.
“Nuestra Madre fundadora, María Lisa Villalón, inspirada por el Espíritu Santo para esta misión, nos legó una herencia espiritual que es para nosotras un mandato: Cuiden mucho a los niños, mírenlos como hijos de Dios, sean como verdaderas madres…”
María Eugenia Santis Rojas
Directora y representante legal de la congregación en Maule